En días pasados, se supo el trágico e indignante acontecimiento de Luis Santiago Lozano, un bebé de 11 meses de edad quien fue secuestrado y posteriormente asesinado por órdenes de su propio padre.
Esto demuestra una vez más que la violencia no mide límites y que la mayoría de veces los que sufren las consecuencias son personas inocentes, víctimas como este menor.
Y que ha pasado hoy en día, ya a muchas personas se les olvidó el tema y, los Medios de Comunicación quienes hicieron una cobertura total en este hecho, siendo sensacionalistas y mostrando aspectos sentimentales de los acontecimientos, se encargaron de mostrar como la violencia cobra vidas inocentes, se hicieron marchas, atacaron al padre del menor y tocaron el corazón de los colombianos mostrándonos una y otra vez este doloroso acontecimiento, ya se olvidaron de Santiago.
De lo que no nos damos cuenta, es que este no es sólo el caso que se vive o que sucedió, a diario se ve la violencia y son muchos los casos similares a éste los que ocurren, ¿qué pasa con los medios de comunicación? ¿Por qué no os muestran todo lo que sucede? arman escándalo mediático dando trascendencia a lo sensacionalista y no se centran en lo realmente informativo.
Si nos ponemos a mirar, indagar e investigar cuántos asesinos y violadores hay en las cárceles nos daríamos cuenta que no es uno ni dos, son muchos los que cometen estos delitos.
Ahora bien, se habla de pena de muerte o cadena perpetua, cuando varios "dementes" que han realizado violaciones y asesinaos en serie a menores de edad, ya están a puertas de salir de la cárcel o los tienen como huéspedes en estos sitios (en la cárcel, están más seguros que en la calle), no ha pasado una semana de la muerte de Luis Santiago y los mismos Medios de Comunicación, los que saturaban a la gente con el tema y movían nuestros corazones ya lo han olvidado, la noticia fue de uno o dos días y ya, ¿qué ha pasado con el padre y los involucrados? ¿Qué va a pasar con la mamá? no lo sabemos o quizás si lo nombran en algún medio, no le hagan la misma ampliación que le hicieron a la nota el día de la muerte del menor.
La violencia en Colombia nos persigue, es el diario vivir nuestro, cada vez se ven casos peores, crueles e indignantes.
En los años 40 se vivía una violencia masiva, llena de persecuciones y asesinatos, y en nuestros día se vive la misma violencia pero en silencio con la misma maldad, quizás peor porque hoy en día no se respeta a la mujer y mucho menos a los niños que inocentemente mueren por las inconformidades de los mayores y quién hace algo, nadie, ni siquiera el gobierno es capaz de imputar la pena máxima de cárcel o pena de muerte a estos sujetos, incluso cuando se encuentran pruebas contundentes.
De qué ha servido tanta violencia, si seguimos igual y me atrevería a decir que peor porque no se hace justicia, se cometen delitos que se premian con la libertad.
Si nos devolvemos entre los años 40 y 60, tampoco se hacía justicia, tantas muertes, masacres, humillaciones, robos, crueldad, todo lo que enmarca violencia y quién hizo algo al respecto, el gobierno, la policía, el ejército e incluso la iglesia apoyando una guerra sin causa, siendo cómplices de ella.
Miles de muertos por defender ideales, la violencia no se justifica, es hora de abrir los ojos, que casos como el de Luis Santiago son muchos y suceden a diario y la sociedad sigue en silencio, no basta con hacer cubrimiento total a una noticia o mover nuestros corazones, hay que tomar acciones y darnos cuenta que en Colombia no se castiga como debe ser a los violentos, porque la justicia es injusta y sigue alimentando la violencia.